En febrero de 2024, la tasa de inflación anual en Francia descendió al 3,1%, marcando un descenso desde el 3,4% del mes anterior, superando las expectativas de mercado del 3,1%. Este descenso representó la cifra más baja desde enero de 2022, con una desaceleración notable en la inflación de alimentos, especialmente en productos frescos, así como en productos manufacturados y servicios. Sin embargo, los precios de la energía y el tabaco experimentaron un aumento más pronunciado.

 

 A nivel mensual, los precios al consumo aumentaron un 0,9%, registrando el mayor crecimiento desde agosto de 2023, impulsado principalmente por un fuerte incremento en los precios de la energía, incluyendo los costss de la electricidad y los productos petrolíferos.