En el contexto de las acusaciones mutuas entre Estados Unidos y Europa por las subvenciones a sus respectivos fabricantes aeronáuticos, Boeing y Airbus, la administración Trump ha subido de nuevo los aranceles, aumentando la tasa del 10 al 15% para las importaciones de aeronaves y componentes de aeronaves europeos. Este aumento, que entrará en vigor el 18 de marzo, sigue a la imposición del arancel de 10% en octubre de 2019.
Entonces, la Organización Mundial de Comercio autorizó a Estados Unidos la imposición de aranceles a importaciones europeas por valor de 7.500 millones de dólares, en su decisión final sobre la denuncia original de hace 2004. Además del arancel de 10% a aeronaves, Estados Unidos impuso un 25% de arancel en productos agriculturales y alimenticios de alto valor añadido de Reino Unido, Francia, Alemania y España.
 
El que este arancel continúe en vigor se entiende en el contexto de la tensión comercial y falta de acuerdo entre Estados Unidos y Europa, con otras diferencias como los impuestos a las grandes tecnológicas. Airbus ya ha declarado su desacuerdo con la decisión de la administración Trump. Igualmente, se espera que la Organización Mundial de Comercio autorice a la Unión Europea a imponer aranceles similares a productos americanos por las subvenciones de Estados Unidos a Boeing.
 
Las acciones de Airbus han bajado hoy y su capitalización ha bajado de los 100.000 millones de euros, después de un 2019 en que la crisis de Boeing con su 737 Max provocó un aumento del 37%. Aun con el conflicto, el precio actual de las acciones se encuentra por debajo del precio objetivo que estiman los analistas.