El Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantiene el tipo de intervención en el 4,35% aunque traslada un tono menos hawkish de lo anticipado. Tras la sorpresa negativa de la inflación en el 1T se descontaba cerca de un 50% de probabilidad de una subida adicional en agosto, que hoy se relaja por debajo del 20% tras el comunicado. Según la autoridad monetaria los tipos actuales serían lo suficientemente restrictivos para que los precios alcancen su nivel objetivo en la segunda mitad del 2025. Con los indicadores de consumo reflejando una mayor debilidad, el RBA se inclina por una senda de política que mitigue el impacto sobre el crecimiento, condicional a la moderación esperada de la inflación. En este entorno, no esperamos el inicio de los recortes del RBA hasta 2025. El AUD cedía tras la decisión, alejándose de los máximos de dos meses frente al dólar estadounidense.